La líder opositora venezolana habló en Oslo sobre democracia, libertad, presiones internacionales, regreso al país, intervención extranjera, la presencia de agentes rusos e iraníes, y el rol de los jóvenes venezolanos. También relató el abrazo con sus hijos tras once meses en la clandestinidad.
La líder opositora venezolana María Corina Machado, galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, ofreció este jueves una rueda de prensa en Oslo, Noruega, un día después de que su hija, Ana Corina Sosa Machado, recibiera el galardón en su nombre. En su primera aparición pública ante los medios internacionales tras casi un año de clandestinidad, Machado habló sobre la crisis venezolana, la presión internacional sobre el gobierno de Nicolás Maduro, su viaje secreto a Europa, la presencia de grupos extranjeros en Venezuela y su determinación de regresar al país. También relató el emotivo reencuentro con sus tres hijos al llegar a Oslo.
“La paz es un acto de amor” y un llamado a reconstruir Venezuela
Machado inició su intervención con un mensaje dirigido a la comunidad internacional y a sus seguidores dentro y fuera de Venezuela:
“La paz, en última instancia, es un acto de amor. Y el coraje para luchar por la libertad aumenta cuando lo que amas está en peligro.”
Afirmó que mantiene la confianza en un futuro democrático para su país:
“Tengo mucha esperanza de que Venezuela sea libre y que convirtamos al país en un faro de esperanza, de oportunidad, de democracia.”
Machado aseguró que el reconocimiento del Nobel “pertenece al pueblo venezolano”, y reiteró que su lucha no es personal, sino colectiva.
El reencuentro con sus hijos tras once meses en la clandestinidad
Uno de los momentos más emotivos de su intervención llegó cuando relató su llegada a Oslo y el reencuentro con sus hijos después de casi un año sin verlos por razones de seguridad:
“Al llegar a Oslo abracé a mis tres hijos. Han sido once meses sin verlos y ese abrazo representa lo que cada familia venezolana espera: volver a abrazar a sus hijos en libertad.”
Añadió que su momento personal resume el anhelo de miles de familias separadas por la crisis:
“Espero que así como yo abracé a mis hijos, pronto todas las familias venezolanas puedan reencontrarse en un país libre.”
El viaje secreto y la protección de quienes la ayudaron
Consultada sobre cómo logró salir de Venezuela sin ser detectada por las autoridades de Maduro, Machado respondió:
“No creo que supieran dónde he estado, y ciertamente habrían hecho todo lo posible para impedir que viniera aquí.”
Expresó agradecimiento a quienes colaboraron en su salida:
“Quiero agradecer a todos esos hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas para que yo pudiera estar aquí hoy. Algún día podré contarlo, pero ahora no quiero ponerlos en riesgo.”
Calificó su viaje como una experiencia “difícil pero necesaria” y enfatizó el propósito político del desplazamiento:
“Valió la pena estar aquí contándole al mundo lo que está pasando en Venezuela.”
Regreso a Venezuela: “Mi deber es llevar el Nobel a mi país”
Machado fue tajante al afirmar que volverá a Venezuela independientemente de si Maduro continúa en el poder:
“Mi deber era venir aquí y llevarme este Premio Nobel de la Paz de regreso a Venezuela, y regresaré muy pronto.”
“Cuando regrese, el régimen… bueno, ciertamente hay dos posibilidades sobre dónde estará. Pero si sigue en el poder, sin duda estaré con mi gente.”
Aseguró que cuenta con mecanismos para proteger su seguridad:
“Tenemos maneras de hacerlo, de cuidarnos. Ellos no sabrán dónde estoy.”
Intervención militar: respuesta indirecta y un llamado a frenar la represión
Ante la pregunta directa sobre si apoyaría una intervención militar estadounidense en Venezuela, la líder opositora evitó una respuesta binaria:
“Algunos hablan de una invasión a Venezuela. Yo respondo: Venezuela ya ha sido invadida.”
Amplió esta afirmación explicando:
“Tenemos agentes rusos. Tenemos agentes iraníes. Tenemos grupos terroristas como Hezbollah y Hamas que operan libremente en consonancia con el régimen. Tenemos guerrilla colombiana y cárteles de la droga.”
Sostuvo que estas presencias extranjeras han convertido a Venezuela en:
“El centro criminal de las Américas.”
Y denunció las fuentes de financiamiento del gobierno:
“Lo que ha sostenido al régimen es un sistema de represión muy poderoso y fuertemente financiado, a través del mercado petrolero, el tráfico de armas y el tráfico de personas.”
Pidió ayuda internacional:
“Pedimos a los países democráticos que corten esas fuentes de financiamiento.”
Sobre Estados Unidos y la incautación del petrolero
Horas antes, Estados Unidos había confiscado un petrolero frente a las costas de Venezuela, intensificando la presión internacional. Consultada sobre el hecho, aseguró:
“El Gobierno de Maduro está usando los recursos estatales para reprimir al pueblo.”
Evito referirse directamente a las acciones de la administración Trump, pero insistió en la necesidad de frenar los ingresos ilegales del régimen.
Una generación dispuesta a luchar por la libertad
Machado destacó el papel de los jóvenes venezolanos:
“Hay una generación que no ha conocido la democracia, que no ha vivido en libertad, pero está preparada para dar la vida por liberar a Venezuela.”
Sostuvo que esa determinación representa un punto de quiebre para el futuro del país.
La rueda de prensa de María Corina Machado en Oslo marcó un retorno contundente a la escena internacional, reforzando su liderazgo dentro y fuera de Venezuela. Con un mensaje centrado en la libertad, la unidad y el regreso a su país, Machado buscó amplificar la crisis venezolana ante los medios globales y reafirmó su compromiso de continuar “con su pueblo”, pese a las amenazas y la persecución del gobierno de Nicolás Maduro.
Su reaparición pública, el abrazo con sus hijos y la promesa de regresar con el Nobel en la mano completan un episodio simbólico en la narrativa política de una líder que insiste:
“Cuando luchas por la libertad, luchas por la humanidad… y ganaremos.”


