Esta es una de las profesiones más peculiares del mundo: los probadores y probadoras de juguetes sexuales. Con más de 15 mil evaluadores alrededor del mundo, estos trabajadores desempeñan un papel crucial en el desarrollo y perfeccionamiento de los productos destinados al placer íntimo.
Atrás quedaron los días en que las profesiones típicas como médico, bombero o científico eran las únicas aspiraciones infantiles. En la actualidad, un grupo selecto de personas ha optado por un camino menos convencional: ser probadores de juguetes sexuales. Su misión es probar y evaluar exhaustivamente cada aspecto de estos accesorios, desde el embalaje hasta el rendimiento, contribuyendo así a la calidad y satisfacción del cliente.
La Experiencia de Lovehoney Group
Con 15 mil testers distribuidos principalmente en Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, Lovehoney Group ha creado una red diversa de evaluadores. Según Elisabeth Neumann, directora de Investigación de Usuario de la compañía, los probadores no reciben un salario formal, sino que intercambian sus comentarios por productos. La empresa busca personas interesadas en explorar nuevas experiencias y que estén dispuestas a compartir sus vivencias.
Selección de Personal: Más Allá de lo Convencional
La selección de probadores se distingue por su enfoque inclusivo. Las empresas buscan diversidad, abarcando personas con hijos, aquellos que nunca han experimentado un orgasmo, individuos interesados en BDSM, y aquellos sin mucha experiencia sexual. La empresa aspira a reflejar una amplia gama de experiencias para garantizar que sus productos sean accesibles para la mayor cantidad de personas posible.
Los probadores seleccionados tienen la tarea de usar los juguetes sexuales proporcionados y escribir reseñas detalladas que describan tanto las virtudes como los defectos de cada accesorio. Estas reseñas son esenciales para realizar mejoras en el diseño y concepto del producto antes de su lanzamiento oficial. La retroalimentación de los probadores se transmite a diseñadores, ingenieros y gerentes de productos, asegurando así un producto final satisfactorio.
A cambio de sus reseñas, los probadores reciben juguetes sexuales como recompensa. Aunque disfrutan de las experiencias, a veces deben guardar secretos sobre productos prelanzamiento debido a acuerdos de confidencialidad.
La labor de los probadores de juguetes sexuales va más allá del estigma, convirtiéndose en una parte esencial de la industria del bienestar sexual. A través de este exclusivo enfoque laboral, se ha demostrado que el placer y el profesionalismo pueden ir de la mano.